estoy celoso de ti
y envidio tu amor por las flores,
tu aliento caliente
que ignoran los pájaros
mientras brincan felices
y no quieren volar,
hacia ti
ellos rebuscan semillas
de gozo
por tu llegada
y es un amor perfecto
entre la vida y la muerte
primavera,
yo estoy frío
como el invierno codicioso
porque mi corazón se congeló
en el solsticio del deseo,
o en el crepúsculo de las promesas
con las que hicimos el amor
sin condonar el virus
de ser hermosos y únicos
y ser sólo el placer del éxtasis
de nuestros nombres
congelados por el aburrimiento
de repetirnos,
como nunca te repites
tú, primavera.
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