martes, 16 de marzo de 2010

Un bosque de abedules, feijoas y ciruelos


Aquel color es una mezcla de rojo profundo y blanco espeso. Es el color de un cuerpo derretido. Es la mezcla del color de un hueso triturado y una gota de sangre.

Aún no hay esperma en mis pinturas, quizás porque no pinto el movimiento, sino la permanencia. Así fue que descubrí la permanencia de una historia que creí distante e inaprensible. Le he llamado Európita. Y es parte de la historia que me pertenece.

Mi historia es una tierra en la que crece un bosque de abedules, feijoas y ciruelos.

sábado, 13 de marzo de 2010

¿Estará la Vía Láctea cayendo de lo más alto del cielo?


El sol enciende el incensario,
que exhala un vapor violáceo.
Lejos una cascada
cuelga de la montaña.
En un vertiginoso vuelo
rueda mil pies hacia abajo
¿Estará la Vía Láctea cayendo
de lo más alto del cielo?

CONTEMPLANDO LA CASCADA
DE LA MONTAÑA LU SHAN
Li Bai

Yo,



Había creído decir lo que amo,
Había creído levantar mi amor por el cielo
como una nube en la luz. Pero...

SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
Como una nube en la luz;
Si como muros que se derrumban,
Para saludar la verdad erguida en medio,
Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor;
La verdad de sí mismo,
Que no se llama gloria, fortuna o ambición,
Sino amor o deseo,
Yo sería aquel que imaginaba;
Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
Proclama ante los hombres la verdad ignorada,
La verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
Como leños perdidos que el mar anega o levanta
Libremente, con la libertad del amor,
La única libertad que me exalta,
La única libertad porque muero.

Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Luis Cernuda

martes, 9 de marzo de 2010

Jamás una tierra,

Jamás una tierra padrina.
Jamás un país más antiguo que el mío,
Jamás una patria mentirosa,
Jamás un pájaro de pico púrpura.
Jamás una carta de hospitalidad hipócrita,
Jamás un amigo en una tierra de agua,
Jamás un saludo escrito,
Jamás un adiós nunca dicho.

lunes, 1 de marzo de 2010

1964

Le regalo este poema al que lo quiera tomar, o al viento que lo pueda cargar, o a la noche para que lo guarde. Esta voz me ha acompañado siempre, pero hoy debo dejarla ir, porque mi mundo sigue siendo mágico.

1964

I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
Para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos asecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

Jorge Luis Borges